El origen de la violencia de genero. Niños valientes, niñas perfectas.
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La violencia de genero se enseña en casa, enseñando a los niños a ser valientes y asumir retos y a las niñas a ser perfectas y actuar con cautela. Niños valientes, niñas perfectas…
La violencia de genero en la infancia
Educadas para ser victimas. Generación tras generación a las niñas les hemos enseñamos a ser débiles y miedosas y a ellos ser valientes, a no tener miedo. A las niñas se les advierte de los peligros de jugar con el patín, de escalar, de jugar al fútbol.. .
Mientras que a los niños se les anima a explorar , a caer y a levantarse.
Niñas y niños son muy parecidos físicamente pero les enseñamos que las niñas son frágiles y necesitan ayuda, y los niños pueden y deben realizar tareas difíciles solos..
Y es en la infancia donde se forma nuestro carácter, el riesgo que se corre al jugar, es muy importante para todos los niños y niñas, porque les enseña a evaluar el peligro, a posponer la gratificación, a tener resiliencia y confianza. Si no permitimos a las niñas desarrollar esta confianza, se les incita a mantenerse alejadas de los riesgos y se les pide que se mantengan en un discreto segundo plano las estamos relegando de por vida a permanecer a salvo en su su zona de confort.
El perfecto caldo de cultivo para la violencia de genero.
En este vídeo muestra como se mina la confianza de las niñas adolescentes . Y cómo los niños lo tiene asumido como algo normal
En los años 70 una psicóloga de la Universidad de Columbia cuando realizó un experimento con niños y niñas de 10 años para ver cómo se enfrentaban a un reto con una material nuevo se percató de que las niñas se rendían mucho antes que los niños. Y eran las más brillantes y con más más alto cociente intelectual las que más rápido tiraban la toalla. Esas niñas mostraban una conducta de indefensión aprendida.
Los niños brillantes se comportaron de manera diferente. Asumieron aquella actividad como un reto intelectual que les llenó de energía y les motivó a redoblar sus esfuerzos
Segun reveló su estudio los niños saben que no lograban solucionar los problemas porque son retos más complicados que ellos han abordado anteriormente. Las niñas dudan más rápidamente de sus habilidades, pierden la confianza y abandonan la tarea. Las niñas piensan que las habilidades son inmutables, mientras que los niños saben que se pueden desarrollar a través del esfuerzo y eso les da confianza.
Nos enseñaron a depender de los hombres, a necesitarlos y a ellos les dijeron que nosotras somos débiles y dependemos de ellos . Y tanto ellos como nosotras nos lo creímos y lo normalizamos. Educadas para rendirnos.
Lo peor de todo es que estas creencias y este compartimento se mantienen en la edad adulta. Por eso normalizamos la violencia machista Y así si estás enamorada y tu pareja te dice que eres tonta, te lo crees. Porque él está ahí para quererte y protegerte y nunca para hacerte daño.
La violencia de genero, un secreto a voces
Se entiende por violencia de género cualquier acto violento o agresión, basados en una situación de desigualdad en el marco de un sistema de relaciones de dominación de los hombres sobre las mujeres que tenga o pueda tener como consecuencia un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas de tales actos y la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si ocurren en el ámbito público como en la vida familiar o personal. (Ley 11/2007, del 27 de julio, gallega para la prevención y el tratamiento integral de la violencia de género).
El concepto «violencia de género» da nombre a un problema, que incluso hace poco, formaba parte de la vida personal de las personas; era considerado un asunto de familia que no debía trascender de puertas para fuera y, por lo tanto, en el que no se debía intervenir. Entender la violencia como un asunto personal refuerza a las mujeres a una situación de subordinación respeto del hombre e implica asumir las relaciones de poder historicamente desiguales entre ambos y a través de las cuales se legitima al hombre a mantener su status-quo de la dominación incluso a través de la violencia. Esta percepción contribuye a que las mujeres no denuncien su situación por miedo, vergüenza o culpabilidad.
La violencia es una estrategia de relación aprendida, no es innata. Si esto fuera así, todas las personas serían violentas o todas las personas ejercerían la violencia de la misma manera y en el mismo grado.
Los maltratadores son selectivos en el ejercicio de la violencia, lo que demuestra que son capaces de controlarse en cualquier otra situación.
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